miércoles, 4 de junio de 2008

Málaga postprandial

Después de tomarme un desayuno digno de un príncipe nazarí, y en consonancia con tal cargo, me dirigí a leer el periódico a los cercanos jardines del Parque de Málaga.
Y mientras que un ojo leía las noticias nacionales, el otro observaba dragos, crinums, guachintonias y almendros de la India; cuando un ojo repasaba las noticias internacionales, el otro se deleitaba con pascueros, tejos, livistonas y palmeras hawaianas; y si un ojo se me iba a las páginas de sucesos, el otro se extraviaba entre veiquias, flamígeros, marcamias y palmitos de Antillas; Por fin, uno de mis ojos, deseoso sin duda de hacer ejercicio, trató de sumergirse en los deportes, pero el otro ,-ajeno-, continuaba remoloneando con cicas, encefalartos, aruacarias y aligustres; Ni que decir tiene que, mientras un ojo se esforzaba en adivinar el pronóstico del tiempo ,el otro se relajaba entre yucas ,pachiras, pitósporos y jazmines del Paraguay…

En ese ambiente –entre la maleza- comprenderéis que las noticias cobran un nuevo significado, mucho más amable, más liviano. Sería una buena forma de comenzar el día.

¡Lástima que para que el sistema funcione tengas que quedarte bizco!

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