jueves, 29 de diciembre de 2011

"BRING DIR´S" (BRIN-DIS)

Antes de nada, querría preguntaros, estimados blogueros, si hoy ,víspera de Nochevieja, preferís que mi entrada verse sobre el recientemente fallecido Hicthens (polemista retórico que creaba sus propios espantajos para atizarles después maniqueamente ), o sobre un magnífico ensayo relativo a Goya que acaba de publicar el Príncipe de Asturias de la Letras, Tzvetan Todorov.
Otra de las opciones posibles sería que os ilustrara sobre el origen de ese rutinario protocolo navideño que consiste en brindar con alcohol.

¡Caray, qué rápido os habéis decidido!

Cuenta la leyenda que el origen de la palabra “brindis” se remonta al día en la que los lansquenetes -(mercenarios alemanes al servicio de los ejércitos de los Austrias)-, tras una de las múltiples victorias en Italia, mirando al emperador, levantaron sus copas al grito de “Ich bring dir´s” que significa algo así como “yo te lo traigo, yo te lo entrego”.
No obstante, es probable que esto del brindis tenga su origen en épocas aún más antiguas en las que resultaba habitual envenenar los gin-tonics de aquellas personas que no te caían lo suficientemente bien. Y el hecho de deglutir (simultáneamente) con el anfitrión idéntica bebida aseguraba a los invitados no toparse con un gratuito- e inesperado- viaje al más allá.
De igual manera, esa ruidosa costumbre de “chocar” las copas tal vez comparta un origen similar, ya que el brusco contacto, teóricamente, provocaría la mezcla de los líquidos y transmitiría la confianza de que la bebida estaría igual de limpia (o no) para todos los que participan en el brindis.
Pero en esto del bebercio– como en el comercio- existe una versión más romántica que trata de explicar la bárbara costumbre del "impacto cristalino" diciendo que el "chin-chin" tendría como fin lograr que el único de los cinco sentidos que no participa en el trasiego alcohólico (que se ve, se huele, se degusta, se paladea, pero no se oye) también participe en tan solemne evento…
¡Qué enternecedor, coño, voy a llorar!

Bueno, pues lo dicho, que le den al Todorov y al Goya, y brindo con vosotros por un nuevo año lleno de amor, paz, alegría y todas esas mentiras que se dicen por estas fechas.
¡¡¡ Bring dir´s!!!

PD1: No digáis que no os proporciono unos espectaculares conocimientos para que podáis exhibiros con soltura frente a vuestra cuñada, suegra y demás fauna en la cena de Nochevieja…
De nada.

PD2: He leído mi horóscopo para el año que viene: En cuestiones de salud, los astros me sonríen; en cuestiones de dinero, los astros me sonríen; y en cuanto al sexo, qué queréis que os diga, malévolos blogueros: Los astros se descojonan…
¡Mecagüen…!

viernes, 23 de diciembre de 2011

EL DÍA QUE CORRÍ CONTRA FERNANDO ALONSO



Como todos los años por estas fechas navideñas, una entidad bancaria de Oviedo organiza una carrera popular cuyo fin es recaudar fondos para edificar una escuela en Mozambique, y en ella- como reclamo publicitario-, siempre participa el campeón asturiano de Fórmula I Fernando Alonso.
Siendo yo una persona muy receptiva a la solidaridad entre los pueblos y muy sensible a los temas humanitarios... apunté a mi hermano para que fuera a correr en representación de la familia. Pero cuando le fui a entregar las credenciales, me dijo que lo sentía, que él también tenía una cita para correr ese día (correrse una juerga con los amigos, claro). Después, muy fraternalmente, me sugirió que me metiera el dorsal allá por donde la espalda pierde su digno nombre.
Con este sombrío panorama, y por aquello de no desperdiciar el dineral que me había costado el ticket de salida ,3 euracos, (en la meva casa no se desaprofita res, la sogra es de Sabadell(*)), me armé de valor y –dada mi formación espartana- decidí que yo iría en persona a competir contra el correoso Fernando. Después de todo, nuestro campeón acababa de anunciar esa misma semana su separación matrimonial de Rosarito-Morfeo y yo deduje que eso influiría en su moral y en su rendimiento deportivo, y que, por tanto, sería una buena ocasión para batirle en buena lid.
Lleno de optimismo me coloqué en la parrilla de salida, un poco lejos, eso sí, de la pol position que – como no podía ser de otra forma- ostentaba el campeón. Pero yo no dejé nada al azar y , aprovechando el calentamiento, escondiéndome para que nadie me tachara de ventajista, me tomé dos Red Bull (je, je, dos Red Bull, ¿lo pillas?). No obstante, dado que caía una fina llovizna, cometí mi primer gran error en la elección de los neumáticos, ya que en vez de utilizar unas gomas de mojado y asegurar la tracción, me calcé las primeras zapatillas playeras que encontré por casa. No es de extrañar pues, que en la salida fuera perdiendo puestos de manera vertiginosa. Y si consideramos mi condición de hombre mariano, tranquilo, con motor diesel, ajeno a los acelerones bruscos, torero de faena larga y prolongada, bien comprenderéis que el arranque no me fue del todo favorable.
Y por eso, cuando me di cuenta, ya tenía a Fernandín a más de 300 metros de distancia.
Para más inri, me distraje como un novato con una rubia en minifalda que me jaleaba desde la acera, y entre eso y el orbayu casi hago un trompo en la esquina de Toreno.
Pero no me desanimé, saqué fuerzas de flaqueza, metí el kers, el nitroso, dos bollicaos y una magdalena que la jefa de equipo me había colocado en la bosa de la merienda, para, con renovados bríos, la frente alta y la glucosa por las nubes, retomar la persecución del Alonsín.
Pero ni con esas.
¡Coño, es que el Fernando, más que correr, parecía que estuviera huyendo de su ex-consorte!
En el último kilómetro, mi motor estaba más caliente que el tubo de escape del Apolo 13, el fuelle resoplaba como un gato en el patíbulo, no sentía las piernas, del pulsómetro salían tantas chispas que parecía el día de Nochevieja, y mi moral cayó definitivamente por los suelos en el momento en que tres barrigudos Hispania, disfrazados de papá Nöel, me pasaron como tiros…
En fin, que lo que no puede ser, no puede ser, y además, es imposible.
Más gachu y triste que el Alguersuari llegué al motor-home y durante la cena me quejé amargamente a la Jefa de equipo, y exigí que el año que viene la casa hiciera algo para aumentar nuestro rendimiento y hacernos más competitivos
Ella me miró con escepticismo y me cantó las cuarenta:
-Lo primero que tienes que hacer es poner al Marlboro de patrocinador en la camiseta y no fumártelo. Y del carburante Heineken, mejor ni hablamos…Además, tendrías que mejorar tu nefasta aerodinámica reduciendo el volumen del michelín delantero y aligerando el peso del trasero-alerón…
¡Y me lo dice en plena temporada de mazapaneshhh y polvoroneshhh!
¡Mecagüen…!
Bueno, todo sea por los niños de Mozambique.

(*)En mi casa no se tira nada, mi suegra es de Sabadell.

jueves, 22 de diciembre de 2011

LA MADRE QUE NOS PARIÓ

Entrada dedicada a todas las madres del mundo mundial, e incluso a las del extranjero.

Olvidándose de la sangre que manaba por sus heridas, paralizada por la angustia y la impotencia, apretó al niño contra su vientre mientras se afanaba en calmarlo:
-Tranquilo, Juancho, mamá está aquí. Yo te protegeré…
Pero en el fondo de su corazón destrozado, aquella voluntariosa madre tenía la certeza de que no aguantaría mucho más: El pulso era débil, perdía la consciencia de forma intermitente y hacía varios minutos que ya no sentía dolor.
Con el sabor acre de la sangre y las lágrimas en la garganta, aun tuvo fuerzas para susurrar una vez más:
-Tranquilo, mi pequeño, mamá te protegerá hasta que estés a salvo…

El equipo de Emergencias rescató a aquella pobre muchacha del amasijo de hierros en que se había convertido su vehículo, pero nada pudo hacer para reanimarla. No obstante, una rápida cesárea salvó la vida del bebé que esperaba.

Han pasado 40 años, Juan es especialista en Ginecología y Obstetricia, y ha contado su historia a elsubmarinobajoelgrifo

PD: Tal día como hoy, 22 de Diciembre, día de la Lotería, mi madre emprendió su viaje hacia la eternidad
¡Triste suerte la mía!

sábado, 17 de diciembre de 2011

MI REGALO NAVIDEÑO-BLOGUERO

Lamento decepcionar a los que piensan que el obsequio está relacionado con mi ausencia del ciberespacio durante estas fechas ¡No tengáis tanta prisa, hombre, que ya descansaréis algún día eternamente!.

Sí, otra vez es Navidad, y aunque tenía pensado regalaros una magnífica cesta navideña, me acordé de que sois unas personas sensibles, unos seres seráficos que no dan importancia a las cosas materiales , por lo que supuse que apreciarías mucho más esta historia llena de sentimiento , esta enternecedora narración que versa sobre uno de mis primeros amores.
Porque el vuelco que dio mi corazón cuando conocí a aquella deliciosa muchacha fue algo explosivo, radical, irresistible. Y ahora, pasados los años, cuando me acuerdo de ella, en vez de darme a la bebida –que sería lo más normal-, me da por refugiarme en el sótano de mi casa y desempolvar la vieja guitarra y la armónica oxidada.
Y fue tan extraordinaria la relación que mantuve con aquella mujer que incluso se hizo una película sobre nuestro bello romance. Os tararearé- como regalo de Navidad- la banda sonora:




Bueno, vale, ahora os pongo la “buena”, la del día que la conocí.Y fijaros en la carita que pone ella cuando me descubre (al final del video).¡Qué sonrisa mezcla de ingenuidad y seducción!




Sí, so listos, ya sé que preferíais el jamón de bellota y el Möet-Chandon, pero por la crisis, va a ser que no.

¡Felices Fiestas!

viernes, 16 de diciembre de 2011

NORMA

Manifiestan los expertos que la música es un elemento primordial para lograr el equilibrio afectivo, intelectual, sensorial y motriz; que la melodía mejora la dicción y el pensamiento lógico; que el cántico potencia la sociabilidad, la expresión corporal y las habilidades aritméticas e idiomáticas.
Sin embargo, ninguna de esas etéreas bondades percibí entre las butacas del teatro Campoamor cuando “Casta Diva” , el aria más conocida de Norma, planeaba sobre el silencio sepulcral de los ovetenses allí congregados.
Solo fui consciente de que mi corazón se anegaba de dulces pensamientos, de que mis nervios vibraban al unísono con las estrofas, de que se me hacía un nudo en la garganta y se me humedecían los párpados, y de que todos y cada uno de los pelos de mi cuerpo se erizaban como púas.
Una escenografía minimalista, sustentada en una cálida amalgama de luz y sombras focalizaba la atención en las magníficas voces de una genial soprano Radvanovsky, un extraordinario bajo Colombara, y una espectacular mezzo Zajick. La representación constituyó todo un hito en la ya veterana temporada de Ópera de la ciudad.
Pero como vano resulta tratar de describir las sensaciones de un espectador arrebolado ante la belleza musical, permitidme que, al menos, os cuente el argumento de esta obra de Bellini con un libreto de Romani inspirado en la Medea antigua:
Pollione, procónsul romano en la conquistada Galia, se enamora perdidamente de Norma, una joven hechicera druida con la que tiene varios hijos. Pero ya se sabe el riesgo que entraña el ver el mismo careto al levantarse todas las mañanas, y- cogida la marcheta en la seducción de novicias-, el guerrero se enamora perdidamente de Adalgisa, otra virginal sacerdotisa notablemente más joven y- suponemos-más explosiva que su colega de convento.
Ante tamaño desprecio, Norma- que es de armas tomar- planea una terrible venganza: No solo levantará al pueblo oprimido contra el invasor (encabezado por su marido) sino que incluso valora la posibilidad de darle al adúltero donde más le duele, es decir, eliminando a sus propios hijos.
Al final, triunfan el arrepentimiento, el amor, y el sentido común y ambos terminan en la hoguera, aunque perdonándose mutuamente y quedando para tomar una copa en la disco del Paraíso en cuanto termine el verdugo.

“Tu hoguera, Norma, es la mía.
Allí, más puro y más santo
Empieza el amor eterno…”

¡Uf!

PD: Me abstengo deliberadamente de incidir sobre otros aspectos enjundiosos de este drama, tales como la competencia de dos mujeres por el amor de un varón, el dilema entre el amor a los hijos y al marido, y otros matices que tan solo las mujeres saben valorar en su justa medida.
Y como yo ya tengo bastante con lo mío, delegaré en Conguito- a la que vi entre el público-y a todas las demás lectoras de este blog para que hagan las matizaciones pertinentes.
Porque de esos temas tan escabrosos, los varones no tenemos ni idea.
Y si la tenemos, mejor nos la callamos.

jueves, 15 de diciembre de 2011

MIS VERGÜENZAS

No, aunque pueda parecerlo por el título de la entrada, hoy no voy a hablar del strep-tease que protagonicé en la última cena de empresa.
Me refiero a esa otra vergüenza que Ruth Benedict define como un sentimiento de culpa motivado por el desarreglo de los valores interiores del individuo, y que- para otros autores como Kant-, no brota de la propia persona sino que es una emoción heterónoma, es decir, un reconocimiento de la valoración negativa que otros pueden tener sobre nosotros .
En fin, que vuestra sagacidad ya habrá deducido que me refiero a eso tan prosaico que Darwin –absteniéndose de flipadas filosóficas- constataba como un estado de rubor facial, confusión de la mente, vista caída, sensación de calor, postura descolocada y cabeza baja.
Y todo por culpa del blog. Bueno, por culpa del blog y de mi hijo pequeño, que días atrás, me sorprendió elaborando una entrada para elsubmarino:
-Papá,- me dijo muy serio. ¿Tienes alguna idea de las personas que leen tu blog?,
-Claro, le respondí .Mira, ayer me leyeron 3 comentaristas y anteayer dos, y el otro día…
Puso la misma cara que la que se pondría viendo un dinosaurio para, acto seguido, teclear sobre el portátil y exclamar:
-¡Hala, ya tienes un contador de visitas, que no te enteras de la fiesta!
Y eso fue el principio del fin, queridos blogueros, porque- así, sin anestesia-, desperté del atolondramiento, bajé de la inopia, me sacudí la modorra, caí del guindo, y comprobé horrorizado que esta humilde bitácora había acumulado la sobrecogedora cifra de ¡35.500 visitas! Ítem más, una entrada como la de ayer, con tan solo dos comentarios, había sido abierta casi 200 veces. (¡Otros blogs amigos multiplican por diez estas cifras!)
Y podéis comprender, estimados blogueros, la angustia y la vergüenza que me provoca el pensar que todo el sinfín de estupideces acumuladas a lo largo de estos meses, han sido analizadas por muchas más personas que los 4 ó 5 comentaristas habituales en los que yo pienso cuando escribo.
Y me parece inverosímil que en el ciberespacio haya tamaña cantidad de “voyeurs” que, desde el anonimato, escudriñan las vidas de los demás sin decir palabra (Tal vez por vergüenza ajena)
Confío en que todo sea una estratagema de Blogger para motivar a los cibernautas hinchando aleatoriamente el número real de visitas. Aunque no creo que esta sea la política correcta, ya que , desde ahora, el solo vistazo al contador tendrá para mí un efecto disuasorio , pensando que los habituales desahogos de este blog, pergeñados en tono de chanza, podrían llegar a mis colegas, mis clientes, mis amigos, mis vecinos ,mi padre o –peor aún- a una pléyade de anónimos espías del ciberespacio.
¡Tierra, trágame!



¡¡¡Y tú, niño, por poner contadores donde no te mandan, castigado hoy sin postre, leñe!!!

martes, 13 de diciembre de 2011

PEPE MONTESERÍN Y LA "CASUALIDAD"

Antes de nada, confieso mi admiración por Pepe Monteserín, un escritor asturiano de calidad, brillante, multi-laureado. Y si existe justicia poética –nunca mejor dicho-, su figura pronto alcanzará el cenit mediático que otros autores contemporáneos – con menor merecimiento- ya han obtenido.
La peripecia vital de Pepe, -antaño aparejador estresado del boom inmobiliario- comenzó el día en que mantenía una distendida conversación con su jefe. (En un urinario público, según reconoce).El empresario, para evitar el incómodo silencio mingitorio ,dejó volar la imaginación:
-¿Qué harías, Pepe, si te dijeran que solo te queda un año de vida?

Y ahí, de cara a la pared, con las manos ocupadas pero libre la mente, evacuó nuestro amigo aguas menores y decisiones capitales, y concluyó que era mejor no esperar un diagnóstico fatal: Al día siguiente se haría escritor.

Insuficiente, por escaso, resulta el medio bloguero para glosar la talentosa obra de Pepe Monteserín, una excepcional trayectoria que podéis consultar con detenimiento en su página de Wikipedia.( http://es.wikipedia.org/wiki/Pepe_Monteser%C3%ADn )

No obstante, quiero recomendaros con fervor su última publicación, “Casualidad”, un cuento enternecedor enigmáticamente ilustrado por Pablo Amargo y editado por “Bárbara Fiore”. Esta pequeña obra maestra –suma de dos inspiraciones brillantes -se adorna con un diseño espectacular que ha ganado en Corea la edición mundial de libros ilustrados ante 1500 competidores de otros países.

Y no compréis solo uno. Es una gran inversión y un magnífico regalo navideño, os lo aseguro.

domingo, 11 de diciembre de 2011

LA IMPORTANCIA DE SABER IDIOMAS

Ante el éxito apabullante de la anterior entrada relativa a los celtas y consciente del inusitado interés que despiertan en multitud de lectores y comentaristas (¡¡¡2!!!) tan singulares acontecimientos, renuevo mis ánimos con otro palo de similar astilla:
En 1282, los habitantes de Palermo estaban hasta las pelotas de los desmanes de los ocupantes franchutes. Los seguidores de Carlos de Anjou no solo despreciaban los spaghettis boloñesa, sino que incluso se atrevían a enrollarse impunemente con las bambinas de la zona.
Por todo ello, el 30 de marzo, cuando las campanas de la iglesia tocaron a vísperas, los sículos comenzaron a masacrar a los invasores galos sin compasión. Fue tal la fiereza y la determinación en la escabechina, que , para evitar que alguno de los angevinos pudiera escapar haciéndose pasar por italiano, a todo lo que se movía con dos patas le mandaban repetir la palabra “garbanzo”, vocablo de imposible pronunciación para los gabachos(*).
Así pues, -concluyeron los sicilianos- si algún individuo no era capaz de deletrear correctamente la palabra “garbanzo”, con menos razón necesitaría comerse un buen cocido, y, por tanto, nada le importaría que le hicieran un agujero en el estómago con una daga renacentista.
Los historiadores no se ponen de acuerdo sobre si esta revuelta fue espontánea o inducida por una conspiración política. Pero si consideramos que a la espera de ocupar el trono estaba un español (Pedro III de Aragón), yo más bien me inclino por la segunda opción.



Y no es que quiera asustar, pero ya podéis comenzar a practicar con la expresión “fabada asturiana”, que la Reconquista está al caer.
Quedáis avisados.



¡Ay, qué importante es saber idiomas!






(*) Como sois unos puristas y unos tocapelotas, debo precisar que en realidad lo que les obligaban a decir era “cece” que – obviamente- es como se traduce “garbanzo” en el idioma de Petrarca.

viernes, 9 de diciembre de 2011

SUICIDIO ETÍLICO

La ociosidad distorsiona la rutina, enlentece el músculo, abotarga los nervios, altera las costumbres, relaja los horarios y afloja los esfínteres de la mente. La atención es dispersa, la curiosidad se disgrega y la concentración de los sentidos se disuelve como un azucarillo en el agua. Y en este ambiente de “anarquía en la Axarquía”, con una caña en la mano y el (cigarrillo) abanico en la otra, bien comprenderéis, estimados blogueros, que resulta tarea de titanes dedicarse a procesar sesudos textos filosóficos. Pero no lecturas como esta:
Cuentan que en el 275 a.C., el caudillo celta Breno al frente de 40.000 guerreros, asaltó el venerable santuario de Delfos con la ilusión de apoderarse de las estatuas de oro macizo que daban fama al recinto .Pero lo que no sabían los celtas es que- 60 años antes- los focidios habían hecho lo propio y se habían fundido hasta el último dracma jugando a la Bono-Loto. Para colmo de males, en la triste retirada, y en medio de una terrible tormenta, los aguerridos celtas creyeron oír a sus espaldas el ruido de la caballería griega, y fue tal la confusión que tomaron las armas y se mataron unos a otros sin reconocerse. Según Pausanias, fue un caso de pánico, ese miedo sin causa que el dios Pan infunde a los mortales.
El caudillo Breno, sintiéndose tan responsable del fracaso de la expedición y remordiéndole tanto la conciencia , resolvió quitarse del medio. Y escogió un sistema original y poco sangriento para hacerlo: Se quitaría la vida bebiendo gran cantidad de vino.
Y no lo cuentan las crónicas, pero suponemos que fue una muerte indolora, alegre, sin sed.

Y ahora que lo pienso: ¿Habrán escondido suficientemente la botella de Chivas a Zapatero?





PD: Oigo a “Mago de Oz” en la Blackberry de mis hijos: “El hombre es el único animal de la creación que come sin tener hambre, bebe sin tener sed y habla sin tener nada que decir…”




¿Se referirán a mi blog?





¡Mecagüen…!


martes, 6 de diciembre de 2011

FRIGILIANA

Considerando mi notoria querencia por las elevadas temperaturas, deduzco que – con total seguridad- en mi vida anterior fui Juana de Arco, S. Lorenzo, o alguien parecido. Y así, nada más comenzar el invierno, quemado por el frío y la nieve del Norte-¡menuda paradoja!, me escapo a mi Rinconcito Victorioso, un remanso de paz sureño, en el que –como decía la Carrá- se hace bien el amor.

Y levantarse por la mañana contemplando la vista que podéis observar en las fotos, debería cotizar obligatoriamente en Hacienda. (Shhhhh, no demos pistas…)


Y exactamente lo mismo que yo debieron pensar los comerciantes fenicios, los cuales, atraídos irresistiblemente por el sol, los finos, los espetos y las vigilantes de la playa, asentaron sus reales a lo largo de esta acogedora costa.


Y llegó a tal punto la concentración de turistas frigios en esta cálida zona que algunas urbanizaciones cercanas a Malacca-Madre, tomaron su nombre de los “guiris” que en ellas construían sus chalés. Y así nació Frigiliana, un magnífico pueblo de reminiscencias tunecinas y que es el único en Europa que en la actualidad elabora miel de caña.



Y disfrutando de esas hospitalarias tierras, en la foto, podéis contemplar al Coma-Andante acompañado por una de sus chicas favoritas, una mujer que para él es mucho más que una amiga.

(El comandante es el de las gafas de sol pequeñas, so listos).


Sí, se trata de la hermosa Sara, una "crak" que ha heredado la belleza de su madre y la inteligencia… de su madre.


Aunque yo también debo también caerle bien a la muchacha, ya que en caso contrario no se justificaría la leyenda que porta en su camiseta:




Bueno, os dejo, que se me acumula tanta belleza y me estreso.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Vigorexia

Cuando salió de la clínica, Juan cerró los ojos para sentir en el rostro el tibio sol de otoño. Por fin, a sus cuarenta y cinco años, superada una penosa etapa de ansiedad e infortunio, su felicidad era completa. Se encontraba henchido de gozo, repleto de vida, percibía la tensión en cada uno de sus músculos, un irrefrenable manantial de energía rezumaba por cada uno de los poros de su piel. No obstante, a pesar de que su mente bullía con la euforia de los grandes días, era plenamente consciente de que toda aquella sensación de bienestar se la debía a Laura, el ser más extraordinario que nunca había conocido, su musa, su alegría, su refugio, su segunda esposa. Ella modificó el devenir de su vida y le transformó en un hombre nuevo. Porque, siguiendo sus consejos, con sus ánimos y aplicándose a conciencia durante largas horas de gimnasio, había logrado adelgazar los 15 kilos que le sobraban, su alimentación era exquisita, el olor a tabaco le desagradaba y en las discotecas –soportando la sorna de sus amigos- solo consumía zumo de melocotón.

-Todo lo que haga por ella es poco. Laura se merece lo mejor de mí- repetía una y otra vez.

Por eso, cuando aquella mañana comprobó los magníficos resultados del análisis de sangre, una inevitable sonrisa afloró a sus labios, comprendió que la justicia divina no era una fábula y que la vida le sonreía de nuevo. El simpático galeno lo había resumido mejor que nadie:

-¡Está usted como un chaval de 20 años!

Tan abstraído y feliz cruzó la calle, que ni tan siquiera fue consciente de que un camión de cuarenta y cinco toneladas se había saltado el semáforo en rojo.

-Lo siento, Laura. -fue su último pensamiento.






PD: Perdonad que os haya puesto la foto del Contramaestre y mía en el gimnasio, pero no tenía ninguna otra a mano.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

El "balangandán"

Que no, hombre, que no, que no es un baile de moda.
El “balangandán” es un objeto muy arraigado en la cultura popular brasileña, y, -aunque en la actualidad solo es usado con fines decorativos, como collar o pulsera, - contiene un extraordinario simbolismo del pasado esclavista de aquel país. Está compuesto por diversos colgantes que representan las distintas frutas de la zona.
Dicen los historiadores que, a pesar de su uso como amuleto en la época postabolicionista, el verdadero origen de este abalorio hay que buscarlo en los primeros esclavos, que obtenían de sus amos un colgante para su “balangandán” por cada 10 años de servicio. Cuando lograban completar todo el collar, obtenían automáticamente la libertad. No es de extrañar, pues, que estos infortunados hombres, llevaran permanentemente a la cintura su “balangandán” y que lo cuidaran y protegieran más que a su vida, pues era lo único que poseían para justificar su trayectoria de servicio y obtener la libertad en el futuro. Tras una década de sudores y penalidades conseguían añadir la correspondiente cuenta, pero todo lo daban por bien empleado con la ilusión de obtener la añorada libertad.
Pero la generosidad de los amos era engañosa, ya que un “balangandán” completo consta de 8 cuentas. Es decir, que, en el mejor de los casos, el esclavo era liberado después de ochenta años de servicio. Y en una época en la que la esperanza de vida rara vez excedía los 40 años, es de imaginar la nula posibilidad que tenían estos pobres esforzados para alcanzar sus objetivos
Y reflexionando sobre esta historia esclavista, me viene a la mente el paralelismo evidente de nuestra propia rutina: Nos esforzamos en ser mejores personas, profesionales cualificados, padres ejemplares, entrañables amigos, individuos más cultos, más cariñosos, más bondadosos…
Quizás, secretamente, esperamos alcanzar nuestra recompensa en forma de “iluminación liberadora” al final de nuestros días. Nos afanamos en aumentar nuestros abalorios mediante un esfuerzo callado y persistente, pero tal vez todo sea un espejismo y nunca consigamos la deseada liberación.
Pero también es cierto que – como ellos, esclavos de lo cotidiano- esa ilusión de lo inalcanzable, esa utopía cosmológica, tal vez sea lo único que proporcione un cierto sentido a nuestras vidas.


Después de la abolición la esclavitud –en 1881- se incorporaron al “balangandán” dos pájaros que sirvieron para coronar la estructura y cerrar los colgantes: Las aves de la Libertad.

martes, 29 de noviembre de 2011

De pescados y blogs

Para demostrar la absoluta falsedad de esa rutinaria afirmación que informa de que todos los blogs son un canto al egocentrismo y al autobombo, hoy no voy a hablar de mi mismo y mi mismidad, sino del pescado.
Y yo os pregunto, oh perspicaces figuras del ciberespacio:
-¿Qué es eso que veis en la foto?



¿No lo sabéis?¡¡¡Está claro, por Dios, eso es un sándwich de bonito!!! (del Norte)



Os voy a dar una segunda oportunidad ,so alelaos ...
¿Qué es lo que veis en esta otra foto?



¡Pues que va a ser, almas cándidas!: ¡¡¡Un pincho(tapa) de bonito!!!

¡Hala, todos suspensos!

Y aprovecho esta sesuda, elaborada y lamentable entrada para enviar un saludo a todos los blogs amigos:
Para los blogs literarios, para los documentales, para los musicales. Para los serios, para los frívolos. Para los románticos, para los informativos, para los cocineros, para los cochineros, para los energéticos.
Para los políticos, para los poéticos, para los esperpénticos, para los patéticos, para los pedagógicos, para los pusilánimes, para los esquizofrénicos.
Para los fantasmagóricos, para los tétricos, para los espectrales..
Para los intimistas, para los deportistas, para los chapistas, para los surferos.
Para los amorosos, para los dichosos, para los retorcidos, para los rumbosos;
Para los rusos, para los osos, para los rojos, para los ascéticos, para los pícnicos, para los anoréxicos, para los periodísticos, para los putapénicos, para los frígidos, para los escatológicos ,para los asténicos
Para los retrógrados, para los descuidados, para los tiernos, para los pornográficos
Para los ecologistas, para los indignados, para los mosqueados, para los clasistas, para los ciclistas.
Para los prosaicos, para los mesiánicos, para los surrealistas, para los arcaicos…

Perdón si me olvido de alguno...

Para todos, Coca-cola, porque sin ellos la vida del ciberespacio no tendría chispa

Y para el mío,- además- un poco de ron, a ver si de esa manera -drogando a mis 4 lectores - no resulta tan indigesto.




¡Leñe, en esta vida tiene que haber de todo!




PD: ¡Gracias , Dios mío, por haber creado la moderación de comentarios!



lunes, 28 de noviembre de 2011

Sabiduría impresa

La necesidad de actualización cultural es uno de los paradigmas indiscutidos de nuestra época. Y estaréis de acuerdo conmigo en que ningún sitio puede ser mejor que la sala de espera de un dentista para instruirse en novedades editoriales, primicias literarias, dilemas intelectuales, hipótesis pedagógicas y hallazgos ensayísticos.
El otro día, mientras atenuaba la ansiedad previa a la intervención, descubrí un suceso relevante, un hecho sobre el que yo había llamado la atención en repetidas ocasiones en este blog, un reconocimiento que- se mire por donde se mire- es de pura justicia.

Y es que estando yo pendiente de Nóbeles, clásicos y demás mariconadas escritas, desconocía la existencia de esta biblia bien informada que – ni que decir tiene- pasará de ahora en adelante a constituirse en mi libro de cabecera, en un texto de obligada consulta que quedará permanentemente depositado en mi mesilla de noche, cerca de la almohada y de mis sueños, al lado del corazón y lejos de la vista de profanos. (Especialmente los armados con rodillo de cocina)

Os extracto alguna iconografía de este magnífico e irrepetible tratado sobre la belleza:












El dentista me hizo una endodoncia, de acuerdo, pero yo- en un descuido de la enfermera- le robé la revista.

Y es que la venganza se sirve… en papel couché

domingo, 27 de noviembre de 2011

PRINCESA DE CORAZONES

Nota del autor: Esta historia está basada en hechos reales.

A pesar de haber cumplido los 25, Julia era una mujer extremadamente tímida, y esa era una característica que la hacía sufrir intensamente ya que- entre otros inconvenientes- le impedía relacionarse con naturalidad con el sexo contrario. Por eso, y a pesar de llevar años secretamente enamorada de Antonio, su vecino del piso de arriba, nunca tuvo la valentía de dirigirle la palabra. Escuchaba los pasos sobre su alcoba y todas las noches- antes de dormirse, abrazada a su almohada- le enviaba apasionados besos a través de las paredes.
Pero la desdicha estaba a punto de tocar a su fin, ya que un problema deja de serlo cuando se vislumbra una solución. Un día, pura casualidad, se enteró que su amiga íntima, Pili, era antigua compañera del colegio de su amor secreto, y en esa relación encontró Julia una excelente oportunidad para hacer llegar al muchacho sus sentimientos. Comenzó a escribir apasionadas misivas, que Pili, con una mezcla de sorna y resignación, trasladaba al destinatario. Julia, tímida hasta por escrito, firmaba sus declaraciones como la “Princesa de Corazones”, un apodo un tanto cursi, pero que definía con precisión su carácter romántico y soñador.
No obstante, pasaban las semanas, y a pesar de la pasión que volcaba en sus textos, no percibía excesivas mejoras en su relación con Antonio, que, cuando coincidían en la escalera, se limitaba a sonreír educadamente.
Aquel día ya no pudo más. Se tomó dos chupitos de coñac y- preparada una burda disculpa-apretó el timbre del piso de arriba.

- Perdona mi atrevimiento, Antonio, pero me he puesto a cocinar una tarta y me he quedado sin azúcar. ¿No tendrás tú por casualidad….?

- Por supuesto- le interrumpió solícito Antonio. Pasa al salón un momento que voy a rebuscar entre los trastos de mi despensa…

Cuando Julia se arrellanó en el sofá, lo que vio heló la sangre en sus venas. La pared de aquella sala estaba tapizada por todas las cartas de amor enviadas a lo largo de aquellas semanas y que – mudos testigos de su pasión y primorosamente encuadradas en marcos dorados- refulgían como soles .
Sintiendo que una mano invisible oprimía su corazón y le impedía casi respirar, le espetó en cuanto apareció:

-¿… Y eso?

Antonio, bajó la mirada un tanto avergonzado mientras confesaba:

-Bueno…esto… eso… eso son cosas de nuestra “Princesa de Corazones”, ya sabes, tu amiga Pili. Por cierto, ¿te ha dicho que el mes que viene nos casamos?



Dedicado a Nebroa, nuestra Princesa Bloguera

sábado, 26 de noviembre de 2011

Las "torcidas" y las garotas brasileñas

Decíamos ayer…
En los comienzos del fútbol brasileño, este deporte era practicado por individuos rudos y fornidos que en muchas ocasiones trabajaban en la industria del caucho. Y era tal la agresividad que empleaban esos brutos de calzón corto, que las muchachas que los contemplaban desde la grada tenían durante todo el partido el alma en un puño. Estas pobres mujeres sufrían un montón, de manera especial cuando sus adorados novios eran objeto de entradas escalofriantes. No es de extrañar, pues, que la figura de estas primigenias “seguidoras-sufridoras” esté estrechamente vinculada a los pañuelos que durante el encuentro apretaban con crispación entre sus manos temblorosas. Estas “torcedoras de pañuelos” fueron conocidas popularmente como las “torcidas” y desde entonces dan nombre al variopinto grupo de aficionados que apoya incondicionalmente a cualquier equipo brasileiro.
Pero no todo en la vida es frivolidad y, siendo yo un hombre preocupado por los temas trascendentes, también acudí a Brasil con la secreta intención de comprobar si las señoritas aborígenes de ese país son tan esculturales como nos cuentan las crónicas de los primeros conquistadores portugueses (y las revistas de mi gimnasio). Como veis, los acontecimientos históricos también ocuparon un lugar importante en mi inquieto cerebro vacacional.
El primer contacto resultó ligeramente decepcionante, ya que, aunque recordaba que algunos conocidos me habían hablado de “marcadas caderas”, nunca pensé que lo fueran tanto:


De todas formas, siendo yo un hombre sin doblez, que rezuma bondad e incapaz de mentir, respondí apasionadamente a sus besos con la sinceridad que me caracteriza:
Pero me sobrepuse de inmediato, ya que el llanto no es propio de las almas grandes e – inasequible al desaliento- me dije lo que el perro al hueso,” si tú estás duro, yo tengo tiempo”, y busqué y rebusqué hasta dar con aquello que mi imaginario infantil siempre había identificado con la típica “mulata brasileña”.
Y aunque en la instantánea pueda parecer lo contrario, mi sonrisa no es de felicidad, sino más bien nerviosa.
Lo cual no tiene nada de particular, considerando el lugar donde esas muchachas tienen apoyadas sus rodillas.
¡Quiero volver a Brasiiiiiiiiiiiiiilllll…!




¡Uys, perdone señora Tordon, no la había visto…! ¡Pero bien sabe usted que yo me refiero al fútbol, a la “torcida”, a los conquistadores, a…!
¡No, con el rodillo noooooooooooo….!

jueves, 24 de noviembre de 2011

FÚTBOL ES FÚTBOL

El fútbol es un deporte que practican en el mundo más de 270 millones de jugadores (partidos oficiales,) y que se juega con una pelota esférica de cuero no mayor de 70 cm , 450 gr de peso y una presión equivalente a 0,6 atmósferas a nivel del mar.
Dicen los tópicos que Brasil es una nación apasionada por el fútbol, pero,-¡ya me conocéis!- si no meto el dedo en la llaga no creo, y allí me fui para comprobar la veracidad de estas afirmaciones.
Pero no penséis, malévolos blogueros, que fui irreflexivamente, a tontas y a locas, nada dejé al azar, me puse las pilas , hice los deberes y organicé un grupo viajero formado por 11 magníficos profesionales:

En la puerta, el inigualable Juan Casillas Prades, toda una garantía bajo los palos. Es tan grande su capacidad negociadora, que el último partido lo perdíamos por 5 a 0 pero él convenció al capitán del equipo contrario para que firmara un honroso empate a 2.
En el lateral derecho, la extraordinaria Esperanziña, más que nada porque en esa banda se coloca el masajista con las botellas de agua.
En el centro de la defensa, el colosal Mariano, experto en llaves (de judo), de gran utilidad para disuadir al contrario.
En lateral izquierdo el ágil Enrique, que es su puesto natural, dada su tendencia a escorarse hacia esa banda. Nos convenció de que la mejor bebida isotónica por esas tierras era la caipiriña.
Como centrocampistas llevamos a Carmen, Ángeles, Mercedes y Nuri, una expertas en el arte del regate y del regateo .No obstante, son de poco fiar, ya que en los segundos tiempos se dedican a visitar el banquillo contrario para comprar gorras y camisetas.
Y formando la temible delantera, ahí estaban los valerosos Jaime, Tordon y Santi Gento., si bien su misión era puramente testimonial, ya que las centrocampistas no les daban bola e iban a su idem, dejando para ellos la arriesgada misión de transportar la Visa.




Bueno, a lo que iba: El tópico resultó cierto, y en Brasil el fútbol es como una religión. Y para demostraros la veracidad de mis afirmaciones, ahí os adjunto la foto del campo de fútbol del equipo de la isla de Itaparica, un estadio en el que – por razones obvias- solo se celebran partidos cuando coinciden con la bajamar.



Otro ejemplo: En una aldea recóndita del Amazonas, de menos de 500 habitantes, se erige (ver foto) este maravilloso campo de futbol con ¡ocho! porterías.



¿Serán los partidos simultáneos?





A los aficionados españoles se les conoce como “hinchas”, a los ingleses, como “hooligans”, a los italianos, como “tifossi”, pero a la afición brasileña se la conoce como "la torcida”.


Mañana os cuento por qué.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Reflexiones post-electorales



Proposición- no de ley- del cocinero de este submarino en relación a un nuevo equipamiento para la selección española de fútbol:








Se siente , Casillas, pero rimas con Sevilla.






PD: Enhorabuena a todos: A los que han ganado, por razones obvias; a los que han perdido, porque lo han hecho con dignidad.

jueves, 10 de noviembre de 2011

MAÑANA SE ACABA EL MUNDO

Mañana, 11 del 11 del 2011, se acaba el mundo. Y esto es un hecho suficientemente contrastado ya que ocurrió muchas veces en el pasado. Así, el 11 del 11 del año 11, Jesús, un niño que a la larga se haría famoso, jugaba despreocupadamente al fútbol frente a la carpintería de su padre. Lo mismo ocurrió el 11 del 11 del 111, fecha en la que nació Antinoo, futura pareja de armario del emperador Adriano. Y este luctuoso acontecimiento se volvió a repetir el 11 del 11 del 1111, cuando el Condado de Barcelona se anexiona el Vallespir y aprovecha para imponer el catalán en las escuelas y formar un equipo blaugrana.
Así pues, como queda perfectamente demostrado, mañana se acaba el mundo.
Estáis avisados.


Aunque lo que realmente pienso es que el mundo se acabará -para algunos poltroneros- el 20-N, fecha en la que –según ellos, paradojas de la vida- Franco y el monshtruo comegalletash resucitarán.
¡Uy, qué miedo!

domingo, 6 de noviembre de 2011

NAVIGARE NECESSE EST

Cuando un hombre siente el calor de una tierra firme bajo sus pies, tiende a aferrarse a ella con pasión, establecer sobre ella su hogar y desarrollar unas raíces más fuertes que las de los árboles de su jardín. Pero no siempre puede evitar esa chispa que incendia la mente y transmite la idea de que la vida expande sus dones por todo el orbe. Y es en ese preciso instante cuando siente el anhelo de percibir algún lejano soplo de divinidad.
La rutina es una cadena lo suficientemente delgada como para apenas apreciarla, pero puede llegar a transformarse en algo demasiado fuerte como para romperla. Quizá el cambio de aires es el único medio que nos permite mantenernos vivos, rejuvenecer y cambiar sibilinamente la ubicación de las piedras sobre las que una y otra vez nos empeñamos en tropezar.
Alejarse del hogar es una manera incruenta de reafirmar o desechar los prejuicios, confirmar los tópicos o abjurar de los principios culturales que inconscientemente adherimos a nuestra piel, esa rémora tan inevitable como la herrumbre incrustada en la hoja de acero.
Por otro lado, resulta bien conocido que nada hay más destructivo que la duda irresoluta, la vacilación confusa, la fluctuación intelectual, aunque mi primo Aristóteles –un poco optimista- llegara a dignificarla como fuente de sabiduría.





Y he de reconocer que desde hace tiempo un insoportable interrogante pulula por mi mente, me hierve en la sangre, hormiguea en mis neuronas, me carcome las entrañas de forma obsesiva:
¿Será cierto- como aseguran- que en Brasil solo existen futbolistas musculosos y mulatas más.culosas?
Y como mala cosa es tener un lobo cogido por las orejas, -pues no sabes cómo soltarlo ni cómo continuar aguantándolo-, me decidí a dar el gran salto oceánico. E impelido por la lejana robinsonada de nuestros conquistadores extremeños me animé a emprender esta osada aventura hacia el conocimiento, esa ardua tarea a la que acudí pertrechado por la ilusión de la certeza en carne propia.
Y aunque no alcanzara a disipar mis incertidumbres, poco habría de perder, ya que-como advertía Cervantes - no hay viaje malo, excepto el que conduce a la horca.
Y si bien es cierto que la mayor parte de las veces la imaginación sirve para viajar y cuesta menos, estando yo escaso de euros y fantasía, no he podido resistirme a la oferta que podéis ver en la foto, una ganga dirigida especialmente a “funcionarios de submarino”, a argonautas como el que suscribe.








Pero el resultado de mis pesquisas os lo contaré otro día, so impacientes, que hoy tengo la mente abotargada por el jet-lag y las caipiriñas.

sábado, 15 de octubre de 2011

¿ ENVEJECEN LOS BLOGS ?

Tal vez sea la disminución de la luz que acompaña a la llegada del otoño; tal vez sea la prolongación inevitable del síndrome de depresión postvacacional (Ya sabéis que tras el verano el único que se alegra de la vuelta al trabajo es el ginecólogo de la Sharapova); tal vez sea la declaración trimestral de Hacienda…
Sea como fuere, lo cierto es que me siento invadido por oscuros pensamientos trufados de tristeza, por aciagas reflexiones repletas de nostalgia. Y me reconcome la melancolía, me azuza el abatimiento, me martiriza el desánimo. Y en ese ámbito de intenso desconsuelo me ha dado por preguntarme una y otra vez: ¿Envejecen los blogs?
Porque cuando repaso la lista de blogs favoritos del submarino me impresiona la muda desolación de los que poco a poco han sido engullidos por la vorágine del ciberespacio: Mamá-rin, la princesa de las nieves, se escurrió a través de su “Mirilla” hace dos años. Lo mismo le ocurrió a Miss Perseidas, que en aquel tiempo andaba buscando casa. ¿La habrá encontrado?; Hace un año, Ovetdao se ensimismó entre las diversas teorías de la observación y desde entonces nada hemos sabido de ella. Lo mismo aconteció con la bella Bruni, que se petrificó en una foto de los teleñecos; Kent se trasladó de barrio sin dejar dirección conocida; Lunática nos abandonó también, aunque, eso sí, avisándonos primero de que en Asia todo estaba tranquilo; Alicia se durmió bajo el arrullo de sus palabras sorprendidas; La Luna quedó sepultada con los ositos bajo una copiosa nevada; El reflexivo Cuanmarce desapareció hace ocho largos meses y el intrépido Buscador de Milhadas ni está ni se le espera desde entonces. Algunos de los habituales, más que “Lagunas en el diario”, yo creo que tienen océanos. ¡Mecachis! De Sandra nada sabemos, y “Noite de luna” hace seis meses que no dice ni pío .Nuestra psicóloga de cabecera, la doctora Laura, nos abandonó por la jet-set, con la que seguro que tiene más trabajo. Conguito, sin embargo, se despidió como mandan los cánones:”Con esto y un bizcocho, hasta mañana a las ocho”. La Cactusa, en una pirueta misteriosa, nos dejó pendientes de un hilo sin que llegásemos a saber si la cabra finalmente se despeñó o no por la ladera.
Pero "cuando hables de las minusvalías ajenas no te olvides de mencionar las propias" y así , mis "200" entradas del 2008, quedaron reducidas a "93" en 2009 y a"50" en 2010, para jibarizarse definitivamente en las escuálidas "23" del año en curso.
Por eso me pregunto de nuevo: ¿Envejecen los blogs?
Dicen los entendidos que el equivalente humano de la edad de un perro resulta de calcular un año como si fueran 15 . En el blog, en el que todo se sobredimensiona (se “maximiza” que dirían los horteras), pienso que razonablemente se podrían multiplicar las cifras por dos.
Y considerando que el submarinobajoelgrifo hace ya cuatro años que inició su singladura, ¿debería yo pensar que mi blog ha cumplido ya más de 120 años? ¿No estaré un poco mayor para estos menesteres? Y aunque el ejemplo de doña Cayetana me reconforta, ¿no estaré yo alargándome más de lo necesario? ¿De tanto tensar el arco no acabaré rompiéndolo?¿Estaré ciberespacialmente muerto? ¿Seré yo -sin saberlo- un alma en pena que recorre el espacio virtual? ¿Seré yo un poco fantasma? (A esta última pregunta no contestéis, so listos)
En fin, que todo tiene principio y final, y resulta más que evidente que los blogs -querámoslo o no- envejecen.
Y lo que es peor, los blogueros también.
Y esto último me provoca un momento de gran excitación sexual , porque me jode, me jode y me jode.




Bueno, seamos positivos y pensemos, que- al igual que lo mío con la Jolie-, fue bonito mientras duró.

viernes, 7 de octubre de 2011

¡RECLAMO MI PREMIO NÓBEL!

Estos últimos tiempos han sido testigos de un vigoroso manantial de novedades científicas y tecnológicas. Los neutrinos parecen desafiar las leyes de la física einsteniana al viajar más rápidos que la luz, y el Nobel de Física ha recaído en unos esforzados doctores que han logrado demostrar empíricamente que las galaxias se alejan cada vez más deprisa de nuestro mundo y que –en consecuencia- el futuro nos deparará un ambiente impregnado de soledad y frío.
Imbuido en este ambiente tan excitante, este humilde grumete de submarino que suscribe, ha logrado- casi sin querer- un importante hallazgo que constituirá un hito en el mundo de la antropología.
Y lo he logrado de una manera muy simple, accidentalmente, a tontas y a locas, de rebote, tal y como suele suceder con todos los logros importantes de la humanidad.
Estaba yo arrellanado en el sofá de mi casa durante la sobremesa escuchando el ronroneo de las noticias del día. En un momento de lucidez, abrí uno de los ojos y comprendí que aquello por lo que tanto se habían devanado los sesos ilustres doctores de siglos pasados estaba ante mis ojos, nítido, convincente, irrefutable, y que desde ahora nada sería igual en esa compleja disciplina que estudia las etapas evolutivas del hombre, esas intrincadas teorías sobre las que tan sabiamente había especulado Darwin hace muchos años.
¡Por fin mis esfuerzos en el campo de la ciencia serán debidamente reconocidos y recompensados! ¡Por fin mi mente prodigiosa y analítica ha dado con esa entelequia escurridiza -y hasta ahora indemostrable- denominada “el eslabón perdido”!
¿No me creéis? Juzgad vosotros mismos:



Y es que no me parece mal que esta señora apure hasta lo inimaginable sus deseos de vivir, que no renuncie al amor a pesar de su provecta edad, o que, en definitiva, haga de su aristocrática capa un sayo populista. Es maravilloso y reconfortante que lo haga, pero lo que me parece patético es que nos lo cuente.


O peor aún, que nos lo cante y nos lo baile.


¿Qué virtudes de esta mujer habrán enamorado al funcionario Alfonso? Porque resulta notorio que la belleza y la agilidad en la danza flamenca no han sido. Tal vez –secretamente- este caballero es un apasionado de la arqueología y no ha sido capaz de resistirse ante reliquia tan primorosa.


Aunque, a fin de cuentas, nuestro compromiso moral nos obliga a creer que el motivo de su fogoso arrebato ha sido la irresistible belleza interior que esta noble señora atesora.


¡Ya me gustaría a mí mismo ser poseedor de tan seductora belleza para poder transportarla hacia mi interior!


Más concretamente hacia el interior de mi chaqueta, cerca del corazón, al lado de la cartera.


PD: He tenido que instaurar la moderación de comentarios, no sea que a la aludida le de por enviarme una misiva acordándose de todos mis muertos.


O peor aún, que se le antoje invitarme a bailar...

.

domingo, 25 de septiembre de 2011

IDIOMA

Por ineludibles motivos profesionales (chófer-consorte), he pasado este fin de semana en Vigo. En esta ciudad -y supongo que en todas de la vecina región - las indicaciones urbanas están rotuladas en idioma gallego, como podéis comprobar en la foto que os adjunto. Menos mal que yo soy una persona perspicaz y bilingüe (domino la lengua viperina y la otra) y ningún problema tuve para traducir lo que en el letrero ponía: “Auditorio y Hotel”.
No obstante, creo que este asunto de los idiomas siempre acaba derivando en absurdas controversias, aunque si consideramos que la palabra “idioma” proviene -etimológicamente hablando- del griego “idios”, (peculiaridad, idiosincrasia, propio) y del sufijo “ma” (realización), no resulta de extrañar que cuando alguien se refiere a su lengua materna lo haga desde un punto de vista ombliguero, es decir, irremediable y putapénicamente subjetivo.
Resultan bien conocidas esas rimbombantes sentencias populares que proclaman: “El alemán es el idioma para hablar con los soldados, el francés para hablar con las mujeres y el español para hablar con Dios”
Carlos I, que iba de “sobrado imperial” añadía:” Y el inglés para hablar con los caballos"
Queda claro que entre las virtudes del emperador no figuraba la de la premonición clarividente.
Siempre ha existido el lanzamiento de dardos a costa del idioma, a pesar de que algunos – como Musset- trataron de apaciguar el litigio sublimando la polémica: “El único idioma universal es el beso”.
Otros, por el contrario, tratan de solucionar el enredo por la vía del escepticismo: “Pronto no necesitaremos aprender idiomas, aullar será suficiente..."
Hace escasos días, mi amigo Pepe recordaba una anécdota respecto a las disputas idiomáticas:
Cuentan que Federico II de Prusia y Voltaire se llevaban bastante bien, aunque de vez en cuando se lanzaran alguna “puyita” nacionalista:
-“El alemán es un idioma sonoro, con grandes dosis autoritarias. - decía el franchute- Estoy seguro que Dios utilizó el alemán para echar a Adán y Eva del Paraíso…”
-“Tal vez fuera así, -respondió el prusiano- , pero es probable que previamente la serpiente le susurrara a Eva en francés…
¡Autoritarismo y seducción, vaya mezcolanza letal!



Y ahora que lo pienso- y siendo mi mujer de Barcelona-, queda claro que el catalán hunde sus raíces en una notable inspiración franco-germana.



Le rezaré a Dios- en español- para que la vida me pille confesado.


sábado, 10 de septiembre de 2011

ELOGIO DEL POTAJE

Los mejicanos son un tanto dados a las extrañas mezcolanzas. Tal vez ello provenga de aquella época en la que a las hormonas de Hernán Cortés se les hizo la boca agua y se fijaron en una nativa super-maciza, la Malinche, y de cuya relación resultó ese enriquecedor y necesario deporte del mestizaje.
Sea como fuere, lo cierto es que el que suscribe volvió al suelo patrio con la percepción de que en aquellas tierras existe una querencia notable hacia el batiburrillo inclemente, hacia la miscelánea como norma , hacia el gatuperio como costumbre. Como dato significativo, os recuerdo que su bebida más popular es el “Clamato”, una mezcla infame de cerveza con zumo de tomate, todo ello servido en una jarra helada cuyos bordes están profusamente impregnados de sal gruesa.
-¿Te gusta?- me preguntaron.
-¡Está deliciosa!- mentí mientras deglutía haciendo tripas corazón.
-Entonces ¿por qué lloras?
-Mis lágrimas son de felicidad, compadre…
Y para argumentar mi divagación sobre el revoltijo mejicano ahí os muestro la fotografía de uno de los anuncios que habitualmente se pueden hallar en los periódicos locales en los que – sin ningún recato- se mezclan las sinusodidades catarríticas con las retroexcavadoras turbo, las jarochitas complacientes y la oración al Espíritu Santo.
En esa misma página, sin solución de continuidad, pude leer:
· Preciosa costeñita fogosísima, cariñosa y perversa, ¡atrévete papi!
· Samira sinaloense sensual, atractiva, dispuesta a tus necesidades sin limites
· Trabajos contables, únicamente contabilizo facturas y llevo libros contables
· Jarochita ardiente bonita, te consiento sin prisas ni sangronadas
· Esmeralda accesible bonita y delgada, nalgoncita, muy ardiente
· Clases particulares, matemáticas, física y química, inglés…

¡Coño, qué ensalada publicitaria, qué surtido de oportunidades, qué amasijo de sugerencias!
En resumen, una oda a la diversidad, un cántico a la mixtura, una incitación al embrollo.
Y – ahora que lo pienso-si los lectores de este popular periódico tienen la misma estructura mental que su maquetador, a más de uno se le ocurrirá hacer la contabilidad de la empresa dejándose acompañar por una jarochita ardiente.
O pretenderá doctorarse en trigonometría con la nalgoncita al cuadrado…


¡Me encantan México y los mexicanos!


Las mejicanas, más.


jueves, 8 de septiembre de 2011

"Ego", te absolvo.

Lamento amargaros la “reentrée”, estimados blogueros, sobre todo a aquellos que pensaban que el palizas del submarino se había evaporado entre la sofocante canícula, que su cháchara inconexa había sido arrastrada por las traicioneras bajamares del solsticio , que su cuerpo serrano había perecido vapuleado a causa de las temibles tempestades del IBEX 35.
Pues va a ser que no,- insidiosos entes cibernéticos-, a chincharse tocan, que aquí sigo, vivito, coleando , inasequible al desaliento , incólume ante el terrible azote de los valores bursátiles, reconfortado a la vista de la galera oficinal, más dispuesto que nunca a continuar suministrandoos vuestra dosis de murga cansina, de entrada soporífera, de elucubración disparatada y de desatino bloguero.
Y no penséis, malévolas criaturas hertzianas, que la causa de mi ausencia estival pueda atribuirse a la pereza provocada por los efluvios del astro rey sobre mi solitaria neurona, sino, bien al contrario, el estío se ha mostrado como un periodo de trabajo esforzado, un campo estéril que requirió labor constante, una gleba generadora de una irritante esclavitud en pantalón corto y chanclas.
Porque- ingenuo de mi- bien pensaba que aquella invitación “todo incluido”de mi editor a las cálidas tierras mejicanas obedecía a un inconfesado deseo de premiar mi labor abnegada, que era un merecido regalo por los innumerables esfuerzos en beneficio de la humanidad doliente, una justa dádiva derivada de mi contribución valiosa a que el susodicho adquiriera su Mercedes-Benz último modelo.
Porque todo resultó una engañifa y- el muy cretino- lejos de acompañarme a chapotear en las cálidas playas caribeñas de Veracruz, me tuvo de techo en techo, sudando la gota gorda, de conferencia en conferencia, de curso en curso, de auditorio en auditorio.
¡¡¡Mecagüen…!!!
En resumen, que libro y autor se agotaron, aunque al primero no le importó lo más mínimo.
Pero ya me conocéis, estimados colegas, y bien sabéis de mi estoicismo acerado, de mi impavidez ante la adversidad, de mi carácter espartano y de mi mala leche a prueba de toda bomba. Y que- optimista por naturaleza- intento sacar rendimiento a la miseria y provecho a la desolación.
Y entre clamato y tequila puede comprobar-¡absurdos nacionalistas!- que nada hay novedoso al otro lado del océano, que la especie humana- a poco que se raspe la pintura- se rige por los mismos códigos, que todo el mundo corre tras parecidos anhelos, que a muchos kilómetros de distancia las personas enarbolan similares banderas , que la cerveza sabe parecida en todos los sitios y que –tanto aquí como en Boca del Río- todos hacemos el mismo ridículo tratando de bailar esa sincrónica cawboyada del ”no rompas más mi pobre corazón…”

Y que todos, en mayor o menor medida, exhibimos un ego insufrible – cansino runrún- que nos induce a pregonar a los cuatro vientos nuestras soporíferas batallitas en un diabólico invento denominado “blog”.

miércoles, 27 de julio de 2011

LIMONES MAMONES

La primera visión tras mi repentino soponcio fue el vigoroso batir del abanico de una señora que no cesaba de sentenciar:”Esto va a ser de la tensión baja, esto va a ser de la tensión baja…”
¡Ni tensión ni leches! Porque las últimas palabras que recuerdo antes de mi espectacular desmayo fueron las de la señora Tordon que –inopinadamente, mientras yo degustaba el primer café de la mañana--susurró:
-“Cariño, quiero tener un hijo…”
¿Un hijo? ¿Vosotros pensáis, estimados blogueros, que a un hombre de edad madura (casi provecta), que a un humilde varón como el que suscribe, que a un atlante-currante que tras denodado esfuerzo ha contribuido a la mayor gloria de la Humanidad con cuatro rebeldes sin causa, con cuatro hijos únicos, con cuatro retoños que desayunan, comen y cenan como limas, se le puede soltar así, de sopetón, sin anestesia, tan escalofriantes palabras?
Cuando la palidez cerúlea abandono mi semblante, la señora Tordon insistió:
-“Que no, que no es lo que tú piensas, que quiero tener un hijo del limonero centenario del prado de arriba que da unos limones más dulces , más finos, de textura más liviana…“ (Siempre me llamó la atención la sutileza del género femenino en general y la de mi señora en particular: Una vez le pedí que me comprara un jersey marrón, pero ella me rogó que le especificara si lo quería de color beige, arena, ocre, calabaza, terracota, chocolate, albaricoque, tierra, topo, café con leche, cuero, piedra…)



Una vez segura de que se ralentizaba la taquicardia y se alejaban mis vahídos, prosiguió:
-“Tal vez si le cortáramos una ramita y la injertáramos mediante un acodo y bla ,bla, bla…”



¡Coño, haber empezado por ahí, por el acodo, y no por la descendencia…!




Y es que si no la conociera bien pensaría que trata de cambiar su actual estatus por el de viuda alegre…




En resumen, que no es de extrañar que con tanto cítrico se me esté agriando el carácter.

viernes, 22 de julio de 2011

EMPRENDEDORES

Existen momentos en la vida de un hombre en los que, sin previo aviso, se tensan sus músculos, se excitan sus nervios , yergue la espalda ,saca pecho, se le va la bola, y brota de su corazón un desconocido fervor patriótico.


Y esto es lo que- sin querer, a tontas y a locas- me ha sucedido en días pasados.


Tal vez haya tenido que ver en la gestación de este inopinado ardor hispánico el ambiente propiciado por los fastos del 75 aniversario del GAN (GloriosoAlzamientoNacional);tal vez la causa de tan demoníaco entusiasmo haya que buscarla en la célebre frase de Kennedy que proclama:”No te preguntes lo que Zapalcaba puede hacer por ti, sino lo que tu puedes hacer por Zapalcaba”.
Sea como fuere, lo cierto es que tenía yo unos ahorrillos destinados a organizarme un viaje de placer a Brasil, un país al que hace tiempo tengo ganas de hincarle el diente. (A las nativas, ni te cuento).
Así pues, acudiendo a la llamada de mi irreductible conciencia , sabedor de mis responsabilidades como ciudadano solidario, -empático patriota que se mimetiza con el entorno sufriente-, cautivo y desarmado el ejército “rosa”(cariño, no te compliques la vida), haciendo acopio de mi más que reconocido valor y de mi inquieta esencia de emprendedor furibundo, pensé que bien podría sumar mis ahorros a la ayudita de un banco y conseguir de esta manera comprar unos locales, crear riqueza, ampliar el negocio, generar puestos de trabajo y liberar de su pesado yugo a unos cuantos compatriotas parados.
Aunque no penséis, ingenuos blogueros, que todas mis elucubraciones perseguían un objetivo altruista, ya que en ningún momento renuncié a la idea del hipotético lucro que tan audaz iniciativa me reportaría una vez que hubiesen transcurrido 200 años (que es más o menos el tiempo que tardaría en devolverle el dinero a los vampiros del Santander.).

Así pues, dispuesto a la lucha, con la ilusión de un Cruzado, comencé a recabar información sobre los requisitos que me permitieran acometer el ilusionante desafío: Proyecto de arquitecto, licencia de obras, permisos del ayuntamiento, autorizaciones de la Compañía de Instalaciones Radiológicas, aquiescencia de la de Residuos Peligrosos, beneplácitos de la de Contaminación Acústica, venia de los bomberos, anuencia del Alcalde, conformidad de los Servicios Sanitarios, aprobación escrita de la compañía de extintores , visto bueno de mi suegra y consentimiento inexcusable del maestro armero…
Lo de los Bancos fue -si cabe- , todavía peor: Declaración de bienes inmuebles, documentos de Hacienda, Patrimonio, estado de cuentas, acciones, bonos, valores, depósitos, hipotecas, facturas...
Y no se limitaron a indagar tan solo en mis dineros, sino que también investigaron sobre mi alma:¿Tiene usted cargas familiares? ¿Come alimentos con un contenido alto en colesterol? ¿Qué tal se lleva con su señora? ¿Tiene una vida sexual saludable? ¿Cuántas veces?
(Esta última pregunta es una “pregunta-trampa”: Si dices que muchas, podrían tomarte por un “vivalavirgen” irresponsable susceptible de sufrir un síncope "orgasmático"; si dices que pocas, podrían tomarte por un pusilánime incapaz de pagar las cuotas. Yo salí del paso con un ambiguo”se hace lo que se puede”, que no compromete a nada.)

Vistas las cosas, estimados blogueros, podéis comprender el efecto disuasorio que este insufrible listado de trámites ejercieron sobre mis excitadas neuronas.
Pero yo soy un hombre- ya me conocéis- que no se arredra ante las dificultades, mi voluntad es férrea y mi alma es inasequible al desaliento. Además, yo no me creo esa leyenda urbana que dice que la mejor manera de ser emprendedor en España, es no serlo.

¡Jamás me daré por vencido!

En resumen, que ya os contaré si las caipiriñas y las brasileiras están tan buenas como dicen.

lunes, 4 de julio de 2011

INVASIÓN AMARILLA

Desde que era un niño llevo oyendo esa terrible historia que cuenta que si un día todos los chinos se pusieran de acuerdo y dieran un salto, se desplazaría el eje de la Tierra.
Imbuido en la zozobra de esos miedos ancestrales,- y por aquello de restar efectivos a una posible y destructora sincronía-, invité a casa a unos amigos orientales de mi hija.
Portadores de nombres bisilábicos absolutamente imposibles, solo me quedé con el de uno de ellos, (Yu-Ju), aunque cuando le llamaba mi familia pensaba que me había tocado la Bono-Loto.
Jóvenes, discretos, silenciosos, sobrios y disciplinados, escondían bajo sus camisetas de mercadillo unas flamantes licenciaturas en Arquitectura o en Ingeniería.
Llegaron de viaje muy tarde, pero a la mañana siguiente, - hora prevista, nine o´clock-, aparecieron todos por mi cocina.
Un poco agobiado con la organización de la intendencia para tantos invitados, y desconocedor de las costumbres orientales, saqué a relucir mi batería culinaria y les pregunté qué deseaban para desayunar:
-Tenéis café, leche, té rojo, té verde, Cola-Cao, zumo de naranja, mermelada, mantequilla, Nocilla, tostadas, napolitanas, cruasanes, Tosta-Rica, cereales…
Todos permanecieron en silencio. Al fin, uno de ellos se decidió a hablar:
-No se preocupe, señor, cualquier cosa nos sirve. En mi casa, para desayunar, solo hay café y pan…



Y no sé por qué, pero en aquel preciso instante me vino a la mente el engorroso asunto de la caída del Imperio Romano y tuve la certeza de que – con independencia de nuestras elucubraciones-, nos acabaría tocando la China .


Y es que contra esta gente tenemos la batalla irremisiblemente perdida.



Incluso antes de desayunar.




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sábado, 21 de mayo de 2011

JORNADA DE REFLEXIÓN

Esta mañana -reflexivo y cabreado, como corresponde a esta jornada de “reflexión-indignación”- estaba yo arrellanado en mi sillón favorito escudriñando el periódico local.
Cuando la señora Tordon entró por la puerta, hallándome yo imbuido en el ardor de los últimos coletazos de la campaña , no pude por menos que espetarle a quemarropa:
-Oye, cariño, perdona la indiscreción, pero me ha surgido una duda tonta: ¿A quién vas a votar mañana?
Ella- no sé si porque le dio pena contemplar mi angustia a pie de urna, o porque acababa de llegar de su sesión semanal de meditación Zen- me respondió con dulzura:
-No te preocupes, querido Tordon. Votaré al que tú consideres correcto.
Y añadió con mayor ternura si cabe:
- Ya ves, te regalo mi voto con la única condición de que me des un beso.


Agradeciendo a la divinidad - y a los gurús orientales- ese inesperado regalo del cielo, me apresuré a sellar con un beso (de tornillo) tan provechoso negocio.


Aunque, ahora que lo pienso, tenía que haberle dado dos: Uno por las municipales y otro por las autonómicas.


¡Mecagüen…!

jueves, 19 de mayo de 2011

¡INDIGNAOS!

Observando en la tele el multicolor espectáculo de los manifestantes de la Plaza del Sol, he descubierto que yo también –sin saberlo- pertenezco a ese nutrido grupo de personas que están hasta las mismísimas narices de las cosas que acontecen a su alrededor.
Porque hace mucho tiempo que me irrita esa diferencia creciente entre ricos y pobres, porque me reconcome que haya 5 millones de parados, porque quieren obligarme a trabajar hasta una edad en la que me temblará el pulso, porque tengo que circular a 110 km por hora en una autopista de seis carriles, porque han bajado los sueldos a mis amigos funcionarios, porque las pensiones han perdido su poder adquisitivo, porque se han suprimido multitud de ayudas sociales…
No obstante, mi diferencia fundamental con los “alternativos” acampados, es que yo ya llevo mucho tiempo indignado y no se me ocurre esperar sospechosamente a expresarlo dos días antes de que se produzca un presumible vuelco electoral, y porque creo que la mejor manera de descargar mi cólera contra el sistema es votar el próximo domingo a alguien que pueda intentar modificar el actual y desolador panorama.



Y no sigo escribiendo- aunque me gustaría- porque soy un privilegiado y tengo que ir a trabajar.



¡Ya!

sábado, 14 de mayo de 2011

¿Soy una regadera?

Como siempre, malévolos blogueros, habéis malinterpretado el sentido de la pregunta que titula esta entrada y la habéis transformado en otra absolutamente incorrecta. Porque- os recuerdo, so listillos- que nada tiene que ver “ser una regadera” con “estar como una regadera”.
Aclarado este punto primigenio, y excluyendo cualquier atisbo de autocrítica, la entrada de hoy se inspira en mis más que probada inquietud botánica.
El Bambú Japonés, la Phyllostachys Aurea, es una planta perennifolia que necesita para desarrollarse una sana semilla, una tierra generosamente abonada y agua en abundancia. La hidratación debe ser continua y bien dosificada, y en nada conviene encharcar la zona para a continuación exponerla a los devastadores efectos de la sequía.
Un día cualquiera- uno de esos en los que te levantas inspirado y con el ramalazo ecológico-, plantas esa semilla del bambú japonés (que has comprado en los chinos), y tras una semana de ilusionante espera compruebas que no sucede nada en absoluto. Tampoco se observan novedades durante el transcurso de la segunda y la tercera semanas, pero no te rindes y continuas con la labor paciente y sosegada del jardinero oriental. A los dos meses, -al constatar la esterilidad de la tierra y de tus esfuerzos- el desánimo invade el espíritu y la impaciencia te corroe el alma pensando que el tipo del mercadillo te vendió gato por liebre.
Pero esa conspiración de la naturaleza y el mercado en nada pueden contra tu ilusión naturalista, contra tu voluntad de hierro, contra tu pétrea constancia, y persistes en el obstinado esfuerzo de abono y regadío, aunque durante el primer año el proyecto vegetal continúe siendo una mera especulación. Tampoco se observa actividad alguna durante el segundo, tercer y cuarto años, pero,- ya que has llegado hasta allí y te has gastado gran parte de tus ahorros en compuestos fertilizantes-, aceptas continuar abnegadamente con el ilusionante desafío botánico. Durante el quinto y sexto año tampoco se observa nada nuevo, pero al séptimo año,-¡oh milagro!- un primoroso brote verde comienza a asomar sobre ese estéril terruño que tantas veces has empapado con amargas lágrimas.
Y a continuación, lleno de júbilo, compruebas maravillado que en tan solo ¡6 semanas!, la planta de bambú japonés alcanza la extraordinaria altura de 30 metros, que equivale a la de un edificio de 12 plantas.


Y hoy, en el día de la graduación de mi hijo Santi, no he podido evitar sentirme como un abnegado jardinero oriental.


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domingo, 1 de mayo de 2011

In memoriam




Aunque soy consciente de la “importancia cósmica” que tu vientre fértil cobró en la generación de mi existencia, lo que más echo en falta es el beso que me dabas antes de acostarme.



Me diste a luz hace muchos años, pero me iluminaste hasta el final de tus días, y hoy es un buen momento para recordar lo mucho que te añoro.



Un besote, allá donde quiera que te encuentres.

martes, 26 de abril de 2011

FORAJIDO DE AUTOPISTA

Henchido de gozo, saturado de regocijo, embriagado por la lujuria de los sentidos, alegre como unas castañuelas: Así me dirigía yo conduciendo mi Rocinante de cuatro ruedas hacia la Capital del Reino para atender asuntos profesionales.
Y es que notaba en mi interior cómo la eclosión primaveral hacía vibrar mis fibras más sensibles, tensaba mis músculos, despertaba mi fantasía y arrebolaba mi espíritu en la vorágine del blanco de las nubes, el verde de los campos y el límpido azul del cielo.
Y verde y blanco y con una luz azul en el techo también era el vehículo que a la altura de Arévalo me hacía señas para que me detuviera en el arcén. Y -¡qué casualidad!-también era verde el uniforme del individuo que de él descendió, blancos sus ojos y azul el talonario que esgrimía en la mano izquierda. El susodicho, con la diestra, y con la prestancia de un general, me brindó un varonil saludo castrense. Pero rápidamente escondió la mano y lanzó la piedra:
-“Ha sido usted detectado por el radar circulando a 141 Km por hora”


Preso de la astenia primaveral no acerté a replicar con un argumento convincente, tal como, por ejemplo, que un inoportuno calambre en el gemelo de mi pierna derecha había sido la causa de una involuntaria y transitoria contracción espasmódica sobre el pedal del acelerador…
Solo acerté a responder:
-¿Está usted seguro de que la medición de esos aparatos es fiable?


Y aquel individuo verde -que no era marciano, sino de la DGT- enarcó las cejas y se limitó a comentar:
-Permiso de conducir, por favor.


Y yo, de buena fe, dispuesto a una colaboración sin límites, vacié ante sus ojos todo el contenido de mi guantera: Permiso de circulación, DNI, pegatina de la ITV , un carnet caducado del Real Oviedo, una gamuza anti-empañante Vileda, dos paquetes de Kleenex, una cajita de Smint, tres peines de hotel, dos bolis resecos, una goma del pelo, un casette de Bob Dylan , otra del pop español de los 60, un lápiz sin punta, dos toallitas jabonosas, tres pares de gafas, cuatro Choca-Pic, cinco Frosties, media galleta Tosta-Rica y una navaja de Albacete.

Y cuando el atribulado agente me ofreció una hoja de su talonario- que yo bien pensé que, dada mi generosa colaboración-, sería una papeleta para la rifa de la Cesta de Navidad de la Benemérita- comprobé que se trataba de una sanción de 300 euros, si bien es cierto que -¡ya es primavera en el Corte Inglés!- tenía una rebaja del 50% si el pago se efectuaba antes de 15 días.


Pero nada sabían esos ingenuos funcionarios de la persona a la que se enfrentaban, eran desconocedores que- con su actitud- habían despertado en mí a la fiera que llevo dentro, y al marchar, sibilinamente, a traición, les hice una foto con el móvil mientras ellos- ajenos a su desgracia-se fumaban tranquilamente un cigarrillo dentro del coche, lugar que- en su caso- puede considerarse lugar público y centro de trabajo.
¡Mi venganza será terrible!


Aunque, ahora que lo pienso,- ¡malditas prisas!-, no me acorde de pedirles la dirección a la que enviarles la foto del delito, así como tampoco les facilité los veinte dígitos de mi cuenta corriente en donde podrían hacerme efectivo el importe de la grave sanción que conlleva el fumeteo ilegal.
¡Mecagüen…!


Bueno, pensándolo mejor, en vez de descargar mi furia sobre el cruel brazo ejecutor del Estado, voy a echarle la bronca al listillo que me vendió “ese sofisticado e infalible anti-radar láser de última generación”


¡Grrrrr…!