miércoles, 30 de noviembre de 2011

El "balangandán"

Que no, hombre, que no, que no es un baile de moda.
El “balangandán” es un objeto muy arraigado en la cultura popular brasileña, y, -aunque en la actualidad solo es usado con fines decorativos, como collar o pulsera, - contiene un extraordinario simbolismo del pasado esclavista de aquel país. Está compuesto por diversos colgantes que representan las distintas frutas de la zona.
Dicen los historiadores que, a pesar de su uso como amuleto en la época postabolicionista, el verdadero origen de este abalorio hay que buscarlo en los primeros esclavos, que obtenían de sus amos un colgante para su “balangandán” por cada 10 años de servicio. Cuando lograban completar todo el collar, obtenían automáticamente la libertad. No es de extrañar, pues, que estos infortunados hombres, llevaran permanentemente a la cintura su “balangandán” y que lo cuidaran y protegieran más que a su vida, pues era lo único que poseían para justificar su trayectoria de servicio y obtener la libertad en el futuro. Tras una década de sudores y penalidades conseguían añadir la correspondiente cuenta, pero todo lo daban por bien empleado con la ilusión de obtener la añorada libertad.
Pero la generosidad de los amos era engañosa, ya que un “balangandán” completo consta de 8 cuentas. Es decir, que, en el mejor de los casos, el esclavo era liberado después de ochenta años de servicio. Y en una época en la que la esperanza de vida rara vez excedía los 40 años, es de imaginar la nula posibilidad que tenían estos pobres esforzados para alcanzar sus objetivos
Y reflexionando sobre esta historia esclavista, me viene a la mente el paralelismo evidente de nuestra propia rutina: Nos esforzamos en ser mejores personas, profesionales cualificados, padres ejemplares, entrañables amigos, individuos más cultos, más cariñosos, más bondadosos…
Quizás, secretamente, esperamos alcanzar nuestra recompensa en forma de “iluminación liberadora” al final de nuestros días. Nos afanamos en aumentar nuestros abalorios mediante un esfuerzo callado y persistente, pero tal vez todo sea un espejismo y nunca consigamos la deseada liberación.
Pero también es cierto que – como ellos, esclavos de lo cotidiano- esa ilusión de lo inalcanzable, esa utopía cosmológica, tal vez sea lo único que proporcione un cierto sentido a nuestras vidas.


Después de la abolición la esclavitud –en 1881- se incorporaron al “balangandán” dos pájaros que sirvieron para coronar la estructura y cerrar los colgantes: Las aves de la Libertad.

martes, 29 de noviembre de 2011

De pescados y blogs

Para demostrar la absoluta falsedad de esa rutinaria afirmación que informa de que todos los blogs son un canto al egocentrismo y al autobombo, hoy no voy a hablar de mi mismo y mi mismidad, sino del pescado.
Y yo os pregunto, oh perspicaces figuras del ciberespacio:
-¿Qué es eso que veis en la foto?



¿No lo sabéis?¡¡¡Está claro, por Dios, eso es un sándwich de bonito!!! (del Norte)



Os voy a dar una segunda oportunidad ,so alelaos ...
¿Qué es lo que veis en esta otra foto?



¡Pues que va a ser, almas cándidas!: ¡¡¡Un pincho(tapa) de bonito!!!

¡Hala, todos suspensos!

Y aprovecho esta sesuda, elaborada y lamentable entrada para enviar un saludo a todos los blogs amigos:
Para los blogs literarios, para los documentales, para los musicales. Para los serios, para los frívolos. Para los románticos, para los informativos, para los cocineros, para los cochineros, para los energéticos.
Para los políticos, para los poéticos, para los esperpénticos, para los patéticos, para los pedagógicos, para los pusilánimes, para los esquizofrénicos.
Para los fantasmagóricos, para los tétricos, para los espectrales..
Para los intimistas, para los deportistas, para los chapistas, para los surferos.
Para los amorosos, para los dichosos, para los retorcidos, para los rumbosos;
Para los rusos, para los osos, para los rojos, para los ascéticos, para los pícnicos, para los anoréxicos, para los periodísticos, para los putapénicos, para los frígidos, para los escatológicos ,para los asténicos
Para los retrógrados, para los descuidados, para los tiernos, para los pornográficos
Para los ecologistas, para los indignados, para los mosqueados, para los clasistas, para los ciclistas.
Para los prosaicos, para los mesiánicos, para los surrealistas, para los arcaicos…

Perdón si me olvido de alguno...

Para todos, Coca-cola, porque sin ellos la vida del ciberespacio no tendría chispa

Y para el mío,- además- un poco de ron, a ver si de esa manera -drogando a mis 4 lectores - no resulta tan indigesto.




¡Leñe, en esta vida tiene que haber de todo!




PD: ¡Gracias , Dios mío, por haber creado la moderación de comentarios!



lunes, 28 de noviembre de 2011

Sabiduría impresa

La necesidad de actualización cultural es uno de los paradigmas indiscutidos de nuestra época. Y estaréis de acuerdo conmigo en que ningún sitio puede ser mejor que la sala de espera de un dentista para instruirse en novedades editoriales, primicias literarias, dilemas intelectuales, hipótesis pedagógicas y hallazgos ensayísticos.
El otro día, mientras atenuaba la ansiedad previa a la intervención, descubrí un suceso relevante, un hecho sobre el que yo había llamado la atención en repetidas ocasiones en este blog, un reconocimiento que- se mire por donde se mire- es de pura justicia.

Y es que estando yo pendiente de Nóbeles, clásicos y demás mariconadas escritas, desconocía la existencia de esta biblia bien informada que – ni que decir tiene- pasará de ahora en adelante a constituirse en mi libro de cabecera, en un texto de obligada consulta que quedará permanentemente depositado en mi mesilla de noche, cerca de la almohada y de mis sueños, al lado del corazón y lejos de la vista de profanos. (Especialmente los armados con rodillo de cocina)

Os extracto alguna iconografía de este magnífico e irrepetible tratado sobre la belleza:












El dentista me hizo una endodoncia, de acuerdo, pero yo- en un descuido de la enfermera- le robé la revista.

Y es que la venganza se sirve… en papel couché

domingo, 27 de noviembre de 2011

PRINCESA DE CORAZONES

Nota del autor: Esta historia está basada en hechos reales.

A pesar de haber cumplido los 25, Julia era una mujer extremadamente tímida, y esa era una característica que la hacía sufrir intensamente ya que- entre otros inconvenientes- le impedía relacionarse con naturalidad con el sexo contrario. Por eso, y a pesar de llevar años secretamente enamorada de Antonio, su vecino del piso de arriba, nunca tuvo la valentía de dirigirle la palabra. Escuchaba los pasos sobre su alcoba y todas las noches- antes de dormirse, abrazada a su almohada- le enviaba apasionados besos a través de las paredes.
Pero la desdicha estaba a punto de tocar a su fin, ya que un problema deja de serlo cuando se vislumbra una solución. Un día, pura casualidad, se enteró que su amiga íntima, Pili, era antigua compañera del colegio de su amor secreto, y en esa relación encontró Julia una excelente oportunidad para hacer llegar al muchacho sus sentimientos. Comenzó a escribir apasionadas misivas, que Pili, con una mezcla de sorna y resignación, trasladaba al destinatario. Julia, tímida hasta por escrito, firmaba sus declaraciones como la “Princesa de Corazones”, un apodo un tanto cursi, pero que definía con precisión su carácter romántico y soñador.
No obstante, pasaban las semanas, y a pesar de la pasión que volcaba en sus textos, no percibía excesivas mejoras en su relación con Antonio, que, cuando coincidían en la escalera, se limitaba a sonreír educadamente.
Aquel día ya no pudo más. Se tomó dos chupitos de coñac y- preparada una burda disculpa-apretó el timbre del piso de arriba.

- Perdona mi atrevimiento, Antonio, pero me he puesto a cocinar una tarta y me he quedado sin azúcar. ¿No tendrás tú por casualidad….?

- Por supuesto- le interrumpió solícito Antonio. Pasa al salón un momento que voy a rebuscar entre los trastos de mi despensa…

Cuando Julia se arrellanó en el sofá, lo que vio heló la sangre en sus venas. La pared de aquella sala estaba tapizada por todas las cartas de amor enviadas a lo largo de aquellas semanas y que – mudos testigos de su pasión y primorosamente encuadradas en marcos dorados- refulgían como soles .
Sintiendo que una mano invisible oprimía su corazón y le impedía casi respirar, le espetó en cuanto apareció:

-¿… Y eso?

Antonio, bajó la mirada un tanto avergonzado mientras confesaba:

-Bueno…esto… eso… eso son cosas de nuestra “Princesa de Corazones”, ya sabes, tu amiga Pili. Por cierto, ¿te ha dicho que el mes que viene nos casamos?



Dedicado a Nebroa, nuestra Princesa Bloguera

sábado, 26 de noviembre de 2011

Las "torcidas" y las garotas brasileñas

Decíamos ayer…
En los comienzos del fútbol brasileño, este deporte era practicado por individuos rudos y fornidos que en muchas ocasiones trabajaban en la industria del caucho. Y era tal la agresividad que empleaban esos brutos de calzón corto, que las muchachas que los contemplaban desde la grada tenían durante todo el partido el alma en un puño. Estas pobres mujeres sufrían un montón, de manera especial cuando sus adorados novios eran objeto de entradas escalofriantes. No es de extrañar, pues, que la figura de estas primigenias “seguidoras-sufridoras” esté estrechamente vinculada a los pañuelos que durante el encuentro apretaban con crispación entre sus manos temblorosas. Estas “torcedoras de pañuelos” fueron conocidas popularmente como las “torcidas” y desde entonces dan nombre al variopinto grupo de aficionados que apoya incondicionalmente a cualquier equipo brasileiro.
Pero no todo en la vida es frivolidad y, siendo yo un hombre preocupado por los temas trascendentes, también acudí a Brasil con la secreta intención de comprobar si las señoritas aborígenes de ese país son tan esculturales como nos cuentan las crónicas de los primeros conquistadores portugueses (y las revistas de mi gimnasio). Como veis, los acontecimientos históricos también ocuparon un lugar importante en mi inquieto cerebro vacacional.
El primer contacto resultó ligeramente decepcionante, ya que, aunque recordaba que algunos conocidos me habían hablado de “marcadas caderas”, nunca pensé que lo fueran tanto:


De todas formas, siendo yo un hombre sin doblez, que rezuma bondad e incapaz de mentir, respondí apasionadamente a sus besos con la sinceridad que me caracteriza:
Pero me sobrepuse de inmediato, ya que el llanto no es propio de las almas grandes e – inasequible al desaliento- me dije lo que el perro al hueso,” si tú estás duro, yo tengo tiempo”, y busqué y rebusqué hasta dar con aquello que mi imaginario infantil siempre había identificado con la típica “mulata brasileña”.
Y aunque en la instantánea pueda parecer lo contrario, mi sonrisa no es de felicidad, sino más bien nerviosa.
Lo cual no tiene nada de particular, considerando el lugar donde esas muchachas tienen apoyadas sus rodillas.
¡Quiero volver a Brasiiiiiiiiiiiiiilllll…!




¡Uys, perdone señora Tordon, no la había visto…! ¡Pero bien sabe usted que yo me refiero al fútbol, a la “torcida”, a los conquistadores, a…!
¡No, con el rodillo noooooooooooo….!

jueves, 24 de noviembre de 2011

FÚTBOL ES FÚTBOL

El fútbol es un deporte que practican en el mundo más de 270 millones de jugadores (partidos oficiales,) y que se juega con una pelota esférica de cuero no mayor de 70 cm , 450 gr de peso y una presión equivalente a 0,6 atmósferas a nivel del mar.
Dicen los tópicos que Brasil es una nación apasionada por el fútbol, pero,-¡ya me conocéis!- si no meto el dedo en la llaga no creo, y allí me fui para comprobar la veracidad de estas afirmaciones.
Pero no penséis, malévolos blogueros, que fui irreflexivamente, a tontas y a locas, nada dejé al azar, me puse las pilas , hice los deberes y organicé un grupo viajero formado por 11 magníficos profesionales:

En la puerta, el inigualable Juan Casillas Prades, toda una garantía bajo los palos. Es tan grande su capacidad negociadora, que el último partido lo perdíamos por 5 a 0 pero él convenció al capitán del equipo contrario para que firmara un honroso empate a 2.
En el lateral derecho, la extraordinaria Esperanziña, más que nada porque en esa banda se coloca el masajista con las botellas de agua.
En el centro de la defensa, el colosal Mariano, experto en llaves (de judo), de gran utilidad para disuadir al contrario.
En lateral izquierdo el ágil Enrique, que es su puesto natural, dada su tendencia a escorarse hacia esa banda. Nos convenció de que la mejor bebida isotónica por esas tierras era la caipiriña.
Como centrocampistas llevamos a Carmen, Ángeles, Mercedes y Nuri, una expertas en el arte del regate y del regateo .No obstante, son de poco fiar, ya que en los segundos tiempos se dedican a visitar el banquillo contrario para comprar gorras y camisetas.
Y formando la temible delantera, ahí estaban los valerosos Jaime, Tordon y Santi Gento., si bien su misión era puramente testimonial, ya que las centrocampistas no les daban bola e iban a su idem, dejando para ellos la arriesgada misión de transportar la Visa.




Bueno, a lo que iba: El tópico resultó cierto, y en Brasil el fútbol es como una religión. Y para demostraros la veracidad de mis afirmaciones, ahí os adjunto la foto del campo de fútbol del equipo de la isla de Itaparica, un estadio en el que – por razones obvias- solo se celebran partidos cuando coinciden con la bajamar.



Otro ejemplo: En una aldea recóndita del Amazonas, de menos de 500 habitantes, se erige (ver foto) este maravilloso campo de futbol con ¡ocho! porterías.



¿Serán los partidos simultáneos?





A los aficionados españoles se les conoce como “hinchas”, a los ingleses, como “hooligans”, a los italianos, como “tifossi”, pero a la afición brasileña se la conoce como "la torcida”.


Mañana os cuento por qué.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Reflexiones post-electorales



Proposición- no de ley- del cocinero de este submarino en relación a un nuevo equipamiento para la selección española de fútbol:








Se siente , Casillas, pero rimas con Sevilla.






PD: Enhorabuena a todos: A los que han ganado, por razones obvias; a los que han perdido, porque lo han hecho con dignidad.

jueves, 10 de noviembre de 2011

MAÑANA SE ACABA EL MUNDO

Mañana, 11 del 11 del 2011, se acaba el mundo. Y esto es un hecho suficientemente contrastado ya que ocurrió muchas veces en el pasado. Así, el 11 del 11 del año 11, Jesús, un niño que a la larga se haría famoso, jugaba despreocupadamente al fútbol frente a la carpintería de su padre. Lo mismo ocurrió el 11 del 11 del 111, fecha en la que nació Antinoo, futura pareja de armario del emperador Adriano. Y este luctuoso acontecimiento se volvió a repetir el 11 del 11 del 1111, cuando el Condado de Barcelona se anexiona el Vallespir y aprovecha para imponer el catalán en las escuelas y formar un equipo blaugrana.
Así pues, como queda perfectamente demostrado, mañana se acaba el mundo.
Estáis avisados.


Aunque lo que realmente pienso es que el mundo se acabará -para algunos poltroneros- el 20-N, fecha en la que –según ellos, paradojas de la vida- Franco y el monshtruo comegalletash resucitarán.
¡Uy, qué miedo!

domingo, 6 de noviembre de 2011

NAVIGARE NECESSE EST

Cuando un hombre siente el calor de una tierra firme bajo sus pies, tiende a aferrarse a ella con pasión, establecer sobre ella su hogar y desarrollar unas raíces más fuertes que las de los árboles de su jardín. Pero no siempre puede evitar esa chispa que incendia la mente y transmite la idea de que la vida expande sus dones por todo el orbe. Y es en ese preciso instante cuando siente el anhelo de percibir algún lejano soplo de divinidad.
La rutina es una cadena lo suficientemente delgada como para apenas apreciarla, pero puede llegar a transformarse en algo demasiado fuerte como para romperla. Quizá el cambio de aires es el único medio que nos permite mantenernos vivos, rejuvenecer y cambiar sibilinamente la ubicación de las piedras sobre las que una y otra vez nos empeñamos en tropezar.
Alejarse del hogar es una manera incruenta de reafirmar o desechar los prejuicios, confirmar los tópicos o abjurar de los principios culturales que inconscientemente adherimos a nuestra piel, esa rémora tan inevitable como la herrumbre incrustada en la hoja de acero.
Por otro lado, resulta bien conocido que nada hay más destructivo que la duda irresoluta, la vacilación confusa, la fluctuación intelectual, aunque mi primo Aristóteles –un poco optimista- llegara a dignificarla como fuente de sabiduría.





Y he de reconocer que desde hace tiempo un insoportable interrogante pulula por mi mente, me hierve en la sangre, hormiguea en mis neuronas, me carcome las entrañas de forma obsesiva:
¿Será cierto- como aseguran- que en Brasil solo existen futbolistas musculosos y mulatas más.culosas?
Y como mala cosa es tener un lobo cogido por las orejas, -pues no sabes cómo soltarlo ni cómo continuar aguantándolo-, me decidí a dar el gran salto oceánico. E impelido por la lejana robinsonada de nuestros conquistadores extremeños me animé a emprender esta osada aventura hacia el conocimiento, esa ardua tarea a la que acudí pertrechado por la ilusión de la certeza en carne propia.
Y aunque no alcanzara a disipar mis incertidumbres, poco habría de perder, ya que-como advertía Cervantes - no hay viaje malo, excepto el que conduce a la horca.
Y si bien es cierto que la mayor parte de las veces la imaginación sirve para viajar y cuesta menos, estando yo escaso de euros y fantasía, no he podido resistirme a la oferta que podéis ver en la foto, una ganga dirigida especialmente a “funcionarios de submarino”, a argonautas como el que suscribe.








Pero el resultado de mis pesquisas os lo contaré otro día, so impacientes, que hoy tengo la mente abotargada por el jet-lag y las caipiriñas.